lunes, 27 de septiembre de 2010

La Playa & Arena


Cuando el mar estaba claro tracé tu nombre en la playa, vino un oleaje a borrarlo y el mar se volvió esmeralda.
Hay quien arroja un vidrio roto sobre la playa. 
Pero hay quien se agacha a recogerlo.
En esta playa te amé tanto que una respiración para los dos bastaba.
Todo lo que recogemos en la playa de la marea baja. Se mueve.
Mi corazón es una playa triste, y tú eres una ola que viene y que se va.






                                                                             
¿Por Qué No?

Bañándose en la playa
sin corazón
y sin el velo de la desposada.
Y tenía su cuerpo,
sin corazón,
por la arena salada recubierto.
Tendida sobre el aire,
sin corazón,
comenzó a despojarse de su carne.
¿Y el corazón?
Los peces lo llevaban,
mar adentro, colgado de sus alas






En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.
El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. 
El amor en cambio, es un eterno insatisfecho.
El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.

                                

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